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El petróleo rompiendo barreras


Los precios de crudo y gas son indicadores que conviene seguir para conocer la salud de una economía y atisbar su futuro cercano.


EEUU es el país de mayor consumo de petróleo en el mundo, pero también –y cada vez más– es un gran exportador.


La producción de petróleo de esta gran potencia cayó un 5.6% en 2016. En el cierre de año, las grandes compañías publicaron datos llamativos. Exxon Mobil Corporation (NYSE: XOM) registró una pérdida de $2.000 millones en sus plantas de gas natural, con un resultado trimestral peor del esperado por el consenso de analistas, y el peor resultado anual desde 1996. A esto le siguió Chevron Corporation (NYSE: CVX), que publicó su primera pérdida anual desde hace 37 años.


Sin embargo, “la producción de los EEUU será mejor de lo que muchos traders están esperando”, afirma Vikas Dwivedi, analista senior en Macquarie Capital. ¿Qué movimientos pueden hacer pensar en esa subida?


En noviembre, la Organización de Países Exportadores del Petróleo (OPEP) acordó rebajar la producción a 1,2 millones de barriles por día, de enero a junio. A fecha de hoy, han cumplido esos recortes en un 90%. La iniciativa fue secundada por otros once países no miembros. Desde entonces, las compañías petroleras buscan nuevos proveedores.



Plataforma de perforación

en el Canal de San Pedro de Seal Beach,

California.







Por su parte, la Administración de Información de la Energía (EIA) pronosticó –durante la segunda semana de febrero– que en 2017 la producción de crudo de EEUU será de 9 millones de barriles por día (mbd). Los cálculos alcanzan los 9,5 millones en 2018.


Estas cifras podrían incrementarse aún más si Donald Trump logra aliviar las restricciones a la perforación. Ya ha logrado poner en marcha la construcción de los oleoductos de Dakota, demostrando que le interesa más la creación de empleo que las reivindicaciones de los nativos de Dakota y los activistas.



Goldman Sachs aporta otros datos significativos. El aumento de existencias de crudo en EEUU se debe a un incremento en las importaciones, especialmente desde la Costa del Golfo. Se tarda, aproximadamente, 47 días en transportar el crudo desde el Golfo Pérsico hasta la Costa del Golfo de EEUU. Los datos de flete muestran un descenso en la demanda de buques en enero, lo que se traducirá en un descenso en las llegadas a EEUU a principios de marzo.

Tras la liberalización de Pemex, gran petrolera mexicana, México se hace cada vez más dependiente de la energía producida en Estados Unidos. Algunos especialistas sostienen que las importaciones desde Estados Unidos a México crecerán hasta 900.000 barriles por día en 2017.


Otro apunte de Goldman Sachs hace referencia al PMI, que se mantiene fuerte en todo el mundo desde principios de 2016. Esto podría fomentar la demanda mundial y acelerar el reequilibrio del mercado petrolero. Basándonos en los análisis realizados en Sotavento, vemos una ruptura de los 60$ en el barril de crudo a lo largo de este 2017.


Felipe Moreno.

Socio Director. Sotavento Consultores.


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