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El precio del dinero y el pulso del poder


Los tipos de interés bajos tienen la capacidad de reducir el impacto de los estímulos fiscales, aliciente típico en las declaraciones y las obras de Trump (para impulsar el crecimiento y el gasto en infrastructuras). Por eso, Janet Yellen, Presidenta de la FED y de la FOMC, fue acusada en su día de mantener los tipos bajos para ayudar a los demócratas. La amenaza y la acusación se han desvanecido, tras la decisión unánime de la FOMC de subir el precio del dinero.

Janet Yellen, Presidenta de la FED.


La subida de tipos del miércoles es la segunda desde que el Banco Central recortó los costes de endeudamiento a cero en 2008 (la anterior fue en diciembre 2015). Esta subida era muy esperada en los mercados financieros (los traders de futuros establecieron una probablidad del 100%).


Las promesas de Trump no son el único factor influyente en esta subida de tipos. El cuadro macroeconómico de EEUU también la pedía a gritos. La inflación se ha acercado al objetivo del 1,9%, con una tasa de desempleo cada vez menor: el país ha añadido 180.000 empleos mensuales de media este año.


Sea como fuere, tras la reunión de la FOMC, la tasa de préstamos interbancarios queda situada en un rango entre el 0.5 y el 0.75%. Esto repercutirá en:

1-Costes de endeudamiento marginalmente superiores para los consumidores y las empresas

2-Un empuje para los ahorradores.


Las perspectivas de crecimiento, desempleo e inflación de la FED para los tres próximos años son:

1-Crecimiento del PIB: 2.1% en 2017, desde una previsión anterior del 2%.

2-Reducción del desempleo hasta el 4.5% (el mínimo de 2016 ha sido 4.6% en noviembre; y ya era el mínimo desde hace nueve años).


En la conferencia de prensa posterior a la decisión, Yellen afirmó que los estímulos fiscales no serán necesarios para que la economía se sitúe en niveles de pleno empleo. También comentó algunas de las claves sobre su futuro de cara al establecimiento de Trump en la Casa Blanca en enero: en principio, permanecerá en el cargo hasta que su nombramiento expire, en febrero de 2018.


Los responsables de la FED afirman que los riesgos a corto plazo están medianamente balanceados. Prevén subidas moderadas para 2017. Sin embargo, la política del equipo Trump puede hacer que la inflación suba más de lo previsto, y la FED se verá obligada a subir el precio del dinero de manera más agresiva.


Empieza a extenderse la idea de que la FED ya no lidera la política económica de EEUU, sino que simplemente sigue las señales del mercado… ¿y las de los políticos?

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